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RAMÓN LOMBERA: A LOS 63 DESCUBRÍ QUE LA SOLUCIÓN ERA ENTRENAR MENOS Y COMER MÁS

Fito Florensa, entrenador personal y Director Técnico en KOA Center, se sentó con Ramón Lombera para el octavo episodio de su podcast “Hazlo Conmigo”. Ramón fue un alto directivo en una multinacional que se dedicaba a la publicidad. A raíz del fuerte estrés y un buen susto cardiológico, que le llevó a pensar que se pudo morir, se puso a entrenar, pero demasiado. Y, a los 60 años se puso en manos de nuestro equipo multidisciplinar, el de KOA Center, para implementar buenos hábitos de vida en entrenamiento y alimentación saludable. La solución, para su sorpresa, era entrenar menos y comer más y mejor.

Cambio de Vida:
Ramón Lombera era un alto directivo en una multinacional dedicada a la publicidad. Su carrera profesional lo mantuvo en un constante ritmo de trabajo y estrés, lo que eventualmente le cobró factura en su salud. Un episodio crítico de estrés laboral culminó en un serio problema de salud: una pericarditis acompañada de neumonía. Este susto cardiológico, que lo llevó a estar hospitalizado durante quince días, fue un punto de inflexión en su vida. Durante su recuperación, Ramón se dio cuenta de la fragilidad de su salud y de la necesidad urgente de hacer cambios significativos en su estilo de vida.

A partir de esta experiencia, Ramón decidió que debía priorizar su bienestar físico y mental. Empezó a darle importancia a los hábitos saludables, tanto en el ámbito del entrenamiento como en la alimentación. Aunque siempre había tenido alguna actividad física esporádica a lo largo de su vida, nunca había sido constante ni había llevado un enfoque estructurado y saludable.

Con la ayuda de un equipo multidisciplinario en el Koa Center, Ramón implementó un régimen de ejercicio adecuado y una dieta equilibrada. Sorprendentemente, una de las primeras lecciones que aprendió fue que, en su caso, entrenar menos pero de manera más efectiva, y comer más y mejor, era la clave para mejorar su salud. Este nuevo enfoque no solo le permitió recuperarse, sino que también le ayudó a alcanzar un estado físico y mental mucho mejor que el que había tenido incluso en sus años más jóvenes.

A sus 63 años, Ramón no solo logró superar sus problemas de salud, sino que también encontró una nueva pasión por el entrenamiento físico y adoptó hábitos alimenticios que lo han mantenido en excelente forma. Este cambio de vida le permitió no solo prolongar su carrera con mayor bienestar, sino también disfrutar de una mejor calidad de vida en su etapa de prejubilación.

Importancia del Ejercicio:
A lo largo de su vida, Ramón Lombera siempre intentó mantenerse activo a pesar de haber tenido periodos de inactividad. Su interés por el ejercicio comenzó a una edad temprana, cuando a los 13 años se inscribió en un gimnasio en San Adrián, donde practicaba lucha libre y lucha grecorromana. Aunque no tuvo mucho éxito en las competiciones, esta experiencia inicial le proporcionó un primer contacto con el ejercicio físico y el ambiente de gimnasio.

Sin embargo, su trayectoria en el deporte no fue lineal. Después de abandonar la lucha libre, Ramón tuvo largos periodos sin actividad física, seguidos por intentos intermitentes de volver al deporte. Por ejemplo, en una ocasión decidió hacer natación para ponerse en forma, pero después de unos años volvió a dejarlo. Intentó también otros deportes como el squash, pero nuevamente, la constancia no estaba de su lado.

El verdadero cambio se produjo cuando, debido a un episodio de estrés extremo en su trabajo, Ramón sintió la necesidad urgente de comenzar a moverse y hacer ejercicio regularmente. A los 39 años, comenzó a correr para liberar el estrés acumulado, una actividad que mantuvo de manera constante durante varios años, llegando a correr entre 30 y 40 kilómetros a la semana y participando en varias carreras de 10 kilómetros.

No obstante, correr con sobrepeso y sin la preparación adecuada le causó problemas físicos, como una dolorosa fascitis plantar y problemas en las rodillas, que finalmente lo llevaron a reconsiderar su enfoque. En 2010, decidió regresar al gimnasio, esta vez con el objetivo específico de reforzar la musculatura de sus piernas para poder seguir corriendo. Este retorno al gimnasio marcó el inicio de una etapa de entrenamiento más consciente y estructurada.

En el gimnasio, Ramón encontró un nuevo equilibrio entre el ejercicio cardiovascular y el entrenamiento con pesas. A pesar de sus limitaciones físicas, se adaptó y descubrió que podía realizar ejercicios que no le causaban dolor, como las sentadillas y las zancadas hacia atrás. También aprendió la importancia de no sobreentrenar, evitando así el desgaste y las lesiones.

Con el tiempo, el entrenamiento en el gimnasio se convirtió en una parte fundamental de su rutina diaria. Ramón encontró en el gimnasio no solo una manera de mantenerse en forma, sino también un espacio para desarrollar fuerza y mejorar su salud general. Esta constancia y dedicación al ejercicio le han permitido alcanzar una mejor condición física y disfrutar de una vida más saludable y equilibrada.

Estrés y Salud:
El punto de inflexión en la vida de Ramón Lombera llegó durante una grave situación de estrés en su trabajo. Como alto directivo en una multinacional de publicidad, Ramón estaba sometido a una presión constante y a un ritmo de trabajo intenso. Esta acumulación de estrés culminó en un episodio de salud severo: desarrolló una pericarditis y una neumonía, dos afecciones serias que se presentaron simultáneamente.

Este problema de salud fue un llamado de atención para Ramón. La gravedad de la situación lo llevó a estar hospitalizado durante quince días en una clínica cardiovascular. Durante su hospitalización, Ramón tuvo tiempo para reflexionar sobre su vida y la dirección en la que se dirigía. La experiencia de casi perder la vida lo hizo replantearse la necesidad de cuidar su salud de manera más seria y constante.

Antes de este incidente, Ramón había intentado mantenerse activo esporádicamente, pero nunca con la consistencia necesaria para mantener una buena salud a largo plazo. El susto cardiológico fue un catalizador que lo impulsó a hacer cambios significativos en su estilo de vida. Comprendió que no podía seguir permitiendo que el estrés y las exigencias laborales dictaran su bienestar físico y mental.

Decidido a tomar el control de su salud, Ramón comenzó a implementar hábitos saludables. Este cambio no solo incluyó una rutina de ejercicio más estructurada y regular, sino también una revisión completa de su dieta y estilo de vida. Se unió a Koa Center, donde recibió orientación de un equipo multidisciplinario que le ayudó a encontrar un equilibrio adecuado entre el ejercicio y la alimentación.

Uno de los aspectos más importantes de este cambio fue aprender a relativizar y tomar distancia del trabajo. Ramón adoptó la filosofía de no preocuparse por las cosas que no podía controlar, centrando su energía en lo que sí podía influir, como su salud y bienestar. Esta nueva perspectiva le permitió reducir el estrés y mejorar su calidad de vida significativamente.

En resumen, la grave situación de estrés y el subsecuente problema de salud fueron un punto crucial en la vida de Ramón. Este evento lo llevó a reevaluar sus prioridades y a enfocarse en cuidar su salud de manera integral, marcando el comienzo de una etapa más equilibrada y saludable en su vida.

Descubrimiento del Boxeo:
Durante su proceso de transformación en Koa Center, Ramón Lombera descubrió una nueva pasión: el boxeo. Esta actividad, que inicialmente formaba parte de su programa de entrenamiento, se convirtió rápidamente en uno de los aspectos más destacados y disfrutables de su rutina.

El boxeo, además de ser una forma efectiva de ejercicio cardiovascular, le ofreció a Ramón una manera divertida y dinámica de mantenerse en forma. Cada sesión de boxeo no solo le proporcionaba un entrenamiento completo, sino que también le ofrecía un reto constante y una oportunidad para mejorar su técnica y habilidades. La combinación de movimientos rápidos y coordinados, junto con la necesidad de mantener una buena postura y equilibrio, hizo del boxeo una actividad ideal para Ramón.

Lo que comenzó como una parte del entrenamiento propuesto por el equipo de Koa Center, se transformó en una verdadera pasión. Ramón menciona que el día de boxeo se convirtió en su día favorito de entrenamiento, donde disfrutaba enormemente golpeando el saco y realizando ejercicios de alta intensidad. Este entusiasmo lo llevó a mantener el boxeo como una parte integral de su rutina, incluso después de finalizar su programa en Koa Center.

Para Ramón, el boxeo no solo representaba un ejercicio físico, sino también un desafío mental y una forma de liberar estrés. A medida que progresaba, decidió llevar su interés al siguiente nivel tomando clases particulares de boxeo cerca de su casa. Estas clases le permitieron perfeccionar su técnica y aprender de manera más profunda los aspectos técnicos del deporte, evitando lesiones y mejorando su rendimiento general.

Ramón relata que, al grabarse mientras practicaba boxeo, se dio cuenta de que aún tenía mucho por aprender, lo que lo motivó a continuar perfeccionando su habilidad. La decisión de tomar clases particulares no solo refleja su compromiso con la actividad, sino también su deseo de seguir mejorando y disfrutando de una disciplina que le ha proporcionado grandes satisfacciones.

En resumen, el descubrimiento del boxeo en Koa Center significó para Ramón mucho más que encontrar una nueva forma de ejercicio. Fue una revelación que combinó diversión, desafío y efectividad, convirtiéndose en una pasión que sigue cultivando y perfeccionando con dedicación y entusiasmo.

Alimentación Adecuada:
Ramón Lombera experimentó una transformación significativa en su enfoque hacia la alimentación durante su tiempo en Koa Center. Inicialmente, su concepto de una dieta saludable estaba mal orientado; creía que comer poco y restringirse a alimentos poco sabrosos era la manera de mantenerse en forma. Este enfoque no solo le resultaba insostenible, sino que también acumulaba ansiedad y ganas de compensar los fines de semana con excesos.

El proceso de cambio comenzó con una reevaluación completa de sus hábitos alimenticios. Guiado por expertos en nutrición de Koa Center, Ramón aprendió que la clave para una buena salud y un rendimiento óptimo no estaba en la cantidad mínima de comida, sino en la calidad y el equilibrio de los nutrientes. Empezó a comprender que una alimentación adecuada no solo se trata de restringirse, sino de nutrir el cuerpo con los alimentos correctos en las cantidades necesarias.

Durante su programa en Koa Center, Ramón se sorprendió al descubrir que debía ingerir grandes cantidades de comida saludable para alcanzar sus objetivos de pérdida de grasa y ganancia de músculo. Al principio, le resultaba difícil creer que comiendo más podría perder peso, pero los resultados hablaron por sí mismos. Con el tiempo, su cintura se hizo más estrecha, perdió grasa corporal y ganó masa muscular, todo esto sin pasar hambre.

Este nuevo enfoque incluyó una dieta rica en proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables y una abundancia de frutas y verduras. Ramón dejó de ver la comida como un enemigo y comenzó a verla como un aliado en su camino hacia una mejor salud. Aprendió a planificar sus comidas y a escuchar las necesidades de su cuerpo, adaptando su ingesta calórica no solo a sus niveles de actividad física, sino también a su sensación de hambre y saciedad.

Una parte fundamental de este cambio fue también la reducción y control del consumo de alcohol. Antes, Ramón solía darse indulgencias durante los fines de semana que deshacían todo el progreso logrado durante la semana. Al reducir significativamente el consumo de alcohol, notó una mejora drástica en su rendimiento físico y en los resultados de su entrenamiento.

En resumen, Ramón transformó su relación con la comida. Pasó de tener una dieta restrictiva y poco saludable a disfrutar de una alimentación abundante y nutritiva. Este cambio no solo le permitió alcanzar sus objetivos físicos, sino que también le enseñó que una buena nutrición es sostenible y puede ser disfrutada, mejorando su calidad de vida sin sacrificar el placer de comer.

Sobreentrenamiento:
Uno de los aprendizajes más importantes de Ramón Lombera durante su proceso en Koa Center fue comprender que entrenar en exceso no siempre es sinónimo de mejores resultados. Antes de unirse a Koa Center, Ramón tenía la creencia de que cuanto más tiempo pasara en el gimnasio y más sudara, más efectivo sería su entrenamiento. Esta mentalidad lo llevó a sobreentrenar, lo que le causó desgaste físico y le impedía obtener los beneficios completos del ejercicio.

En KOA Center, Ramón se enfrentó a una nueva filosofía de entrenamiento. Los profesionales del centro le explicaron que la efectividad del ejercicio no radica en la cantidad de tiempo que se dedica, sino en la calidad y la estructura del mismo. Ramón aprendió que entrenamientos bien planificados y ajustados a sus necesidades y capacidades podían ser mucho más beneficiosos que largas y extenuantes sesiones en el gimnasio.

Uno de los primeros diagnósticos que recibió en Koa Center fue que estaba sobreentrenado. Este concepto, que inicialmente le hizo sentir una especie de orgullo por su dedicación, pronto se convirtió en una llamada de atención. El equipo de Koa Center le explicó que el sobreentrenamiento no solo era ineficaz, sino también perjudicial. Le estaban pidiendo a su cuerpo más de lo que podía manejar, lo que no solo limitaba sus progresos, sino que también lo exponía a un mayor riesgo de lesiones y fatiga crónica.

La solución fue aprender a entrenar de manera más inteligente. Ramón adoptó un enfoque de entrenamiento que enfatizaba la efectividad sobre la cantidad. Empezó a hacer sesiones más cortas, pero más intensas y bien estructuradas. Este cambio no solo le permitió mejorar su rendimiento físico, sino que también le ayudó a recuperarse mejor entre sesiones, reduciendo el riesgo de lesiones y permitiéndole mantener una consistencia en su régimen de ejercicios.

Además, Ramón comprendió la importancia del descanso y la recuperación como parte integral del entrenamiento. Aprendió que el cuerpo necesita tiempo para repararse y fortalecerse después de las sesiones de ejercicio. Incorporó días de descanso en su rutina y se aseguró de que cada sesión de entrenamiento tuviera un propósito claro y específico.

Este enfoque equilibrado también se extendió a su vida diaria. Ramón empezó a ver el entrenamiento no como una tarea ardua que debía cumplir a toda costa, sino como una actividad placentera y sostenible que contribuía a su bienestar general. Aprendió a escuchar a su cuerpo, reconociendo cuándo necesitaba descanso y cuándo podía esforzarse más.

En resumen, el aprendizaje sobre el sobreentrenamiento fue crucial para Ramón. Pasó de un enfoque excesivo y contraproducente a uno más efectivo y saludable, logrando así mejores resultados y manteniendo una rutina de ejercicio sostenible y libre de lesiones. Este cambio de mentalidad le permitió disfrutar más de su entrenamiento y mejorar significativamente su condición física y su calidad de vida.

Evitar el Alcohol:
Uno de los cambios más significativos que Ramón Lombera implementó durante su proceso en Koa Center fue la reducción y eventual eliminación del consumo de alcohol. Antes de unirse a Koa Center, Ramón tenía la costumbre de mantener una dieta estricta y saludable de lunes a viernes, solo para luego darse indulgencias durante el fin de semana. Esta indulgencia incluía consumir grandes cantidades de alcohol, lo cual él mismo describe como una especie de recompensa por las privaciones de la semana.

En Koa Center, Ramón aprendió que este patrón de comportamiento no solo era contraproducente, sino que también deshacía gran parte del progreso que lograba durante la semana. El consumo de alcohol, aunque fuera solo durante el fin de semana, aportaba calorías vacías y afectaba negativamente su rendimiento físico y su capacidad de recuperación.

El equipo de Koa Center le explicó que el alcohol tiene varios efectos perjudiciales sobre el cuerpo, especialmente cuando se trata de alcanzar objetivos de fitness. El alcohol no solo contribuye al aumento de peso debido a su alto contenido calórico, sino que también afecta la síntesis de proteínas, disminuye los niveles de testosterona y perjudica la calidad del sueño, todos factores cruciales para la recuperación y el crecimiento muscular.

Con esta nueva comprensión, Ramón decidió reducir significativamente su consumo de alcohol. Durante el período del reto en Koa Center, se comprometió a evitar el alcohol por completo. Este cambio tuvo un impacto inmediato y notable en su progreso. Ramón notó una mejora drástica en su rendimiento físico, una mayor capacidad de recuperación y un avance más rápido hacia sus objetivos de pérdida de grasa y ganancia de músculo.

Ramón relata que una de las sorpresas más grandes fue darse cuenta de cuánto afectaba el alcohol a su cuerpo. Al dejar de consumirlo, no solo perdió peso más rápidamente, sino que también se sintió mejor en general. Su energía aumentó, su estado de ánimo mejoró y su cuerpo respondió mejor al entrenamiento. Además, descubrió que su deseo de consumir alcohol disminuyó con el tiempo, hasta el punto en que incluso una pequeña cantidad de alcohol le resultaba desagradable y le hacía sentir mal.

Este cambio en su relación con el alcohol fue fundamental para mantener los resultados obtenidos en Koa Center y para establecer un estilo de vida más saludable y sostenible. Ramón aprendió que la clave para mantener un buen estado físico y mental no solo radica en el ejercicio y la dieta, sino también en evitar hábitos que puedan sabotear su progreso, como el consumo excesivo de alcohol.

En resumen, dejar de consumir alcohol fue un factor clave en la transformación de Ramón. Este cambio no solo le permitió mejorar su rendimiento físico y alcanzar sus objetivos más rápidamente, sino que también le proporcionó una mejor calidad de vida y un mayor bienestar general.

Reducción del Estrés Laboral:
Aprender a relativizar y tomar distancia del trabajo fue un aspecto crucial para el bienestar de Ramón Lombera. En su rol como alto directivo en una multinacional de publicidad, Ramón se encontraba constantemente bajo una gran presión y estrés, lo que eventualmente llevó a problemas de salud serios. Sin embargo, uno de los aprendizajes más importantes durante su proceso de transformación en Koa Center fue la necesidad de manejar el estrés de manera más efectiva.

Antes de este cambio, Ramón tendía a preocuparse excesivamente por aspectos del trabajo sobre los cuales tenía poco o ningún control. Esta constante preocupación no solo afectaba su salud mental, sino también su bienestar físico. El estrés prolongado contribuyó a su problema de pericarditis y neumonía, sirviendo como una señal de alarma de que necesitaba cambiar su enfoque hacia el trabajo y la vida en general.

En Koa Center, Ramón comenzó a adoptar una nueva perspectiva. Aprendió a identificar y aceptar las áreas de su vida y trabajo que estaban fuera de su control. Esta aceptación no significaba resignación, sino una manera de liberar la mente de preocupaciones innecesarias y enfocarse en aspectos que sí podía controlar. Este cambio de mentalidad le permitió reducir significativamente su nivel de estrés.

Ramón empezó a practicar la relativización, una técnica que implica poner los problemas en perspectiva y no dejar que dominen su vida. Al tomar distancia del trabajo, logró una mejor separación entre su vida profesional y personal. Esto no solo le permitió disfrutar más de su tiempo libre, sino también ser más efectivo y concentrado durante su jornada laboral.

Además, esta nueva mentalidad le ayudó a implementar hábitos saludables de manera más consistente. Al no estar constantemente abrumado por el estrés del trabajo, Ramón pudo dedicar más tiempo y energía a actividades que promovían su salud física y mental, como el ejercicio regular, la meditación y una alimentación equilibrada. La reducción del estrés también mejoró su calidad de sueño, otro factor vital para el bienestar general.

Este enfoque también le enseñó a priorizar su bienestar sobre las exigencias laborales. Ramón aprendió a decir no cuando era necesario y a delegar tareas que no requerían su atención directa. Este equilibrio entre trabajo y vida personal le permitió no solo mejorar su salud, sino también ser un mejor líder y profesional, ya que podía abordar sus responsabilidades con una mente más clara y un cuerpo más saludable.

En resumen, aprender a relativizar y tomar distancia del trabajo fue un cambio fundamental para Ramón. Aceptar lo que no podía cambiar y centrarse en lo que sí podía controlar le permitió reducir el estrés, mejorar su salud mental y física, y disfrutar de una mejor calidad de vida. Esta nueva perspectiva no solo transformó su bienestar personal, sino que también tuvo un impacto positivo en su rendimiento profesional.

Flexibilidad y Movilidad:
Ramón Lombera, durante su proceso de transformación física y de salud, tuvo que enfrentar y adaptarse a diversas limitaciones físicas causadas por lesiones, siendo los problemas en las rodillas uno de los más significativos. Estas limitaciones no solo le plantearon desafíos en su rutina de ejercicio, sino que también le obligaron a aprender a escuchar a su cuerpo y a ajustar sus entrenamientos de manera inteligente para evitar el dolor y prevenir mayores daños.

Desde una edad temprana, Ramón había practicado diversos deportes, pero nunca de manera constante. Cuando decidió volver al gimnasio para mejorar su condición física, se encontró con las secuelas de años de ejercicio intermitente y sobreentrenamiento. Desarrolló una dolorosa fascitis plantar y problemas en las rodillas que le impidieron continuar con ciertos tipos de ejercicios, como correr largas distancias.

En Koa Center, Ramón recibió orientación sobre cómo adaptar sus entrenamientos a sus limitaciones físicas. Una de las lecciones más importantes que aprendió fue la importancia de evitar ejercicios que le causaban dolor. Por ejemplo, descubrió que no podía realizar zancadas hacia adelante debido a un calambrazo intenso en la rodilla, pero podía hacerlas hacia atrás sin problema. Esta adaptación fue crucial para mantener su rutina de ejercicio sin agravar sus lesiones.

Ramón también se dio cuenta de la importancia de fortalecer los músculos alrededor de sus articulaciones para mejorar la estabilidad y reducir el dolor. Comenzó a enfocarse en ejercicios que no solo eran seguros para sus rodillas, sino que también ayudaban a mejorar su flexibilidad y movilidad general. Esto incluía ejercicios de bajo impacto como las sentadillas con barra y las sentadillas búlgaras, que podía realizar sin dolor.

Otro aspecto clave fue aprender la importancia del calentamiento y los estiramientos. Antes, Ramón tendía a saltarse estos pasos esenciales, pero en Koa Center entendió que preparar adecuadamente su cuerpo para el ejercicio y enfriarlo después era fundamental para prevenir lesiones y mejorar la movilidad.

Además, Ramón adoptó una mentalidad de prevención y cuidado continuo. Empezó a incorporar ejercicios de movilidad y flexibilidad en su rutina diaria, lo que no solo le ayudó a reducir el riesgo de nuevas lesiones, sino que también mejoró su capacidad para realizar otros ejercicios de manera más efectiva. La combinación de ejercicios de fuerza y movilidad permitió a Ramón mantener un régimen de entrenamiento equilibrado y sostenible.

En resumen, adaptarse a las limitaciones físicas causadas por lesiones fue un proceso de aprendizaje esencial para Ramón. Al evitar ejercicios que le causaban dolor y enfocarse en alternativas seguras, pudo continuar su camino hacia una mejor salud y condición física. Este enfoque no solo le permitió manejar sus lesiones de manera efectiva, sino que también le enseñó la importancia de escuchar a su cuerpo y hacer ajustes inteligentes en su rutina de ejercicio.

Cambio de Hábitos:
El cambio de hábitos fue un aspecto fundamental en la transformación de Ramón Lombera. Después de enfrentarse a serios problemas de salud causados por el estrés y un estilo de vida poco saludable, Ramón comprendió que necesitaba adoptar un enfoque más holístico y sostenible para cuidar su bienestar. Este cambio no solo implicó ajustes en su rutina de ejercicio y alimentación, sino también en su actitud hacia la vida.

Ramón adoptó un estilo de vida que prioriza el entrenamiento regular. Después de años de ejercicio intermitente y de sobreentrenamiento, aprendió a estructurar sus sesiones de ejercicio de manera más efectiva. Incorporó una combinación de entrenamiento de fuerza y ejercicios cardiovasculares, siempre prestando atención a las señales de su cuerpo para evitar el sobreentrenamiento y las lesiones. Esta nueva rutina no solo le ayudó a mejorar su condición física, sino que también se convirtió en una parte integral y disfrutada de su vida diaria.

La alimentación también jugó un papel crucial en este cambio de hábitos. Ramón pasó de una dieta restrictiva y poco saludable a una dieta equilibrada y nutritiva. Guiado por los expertos en nutrición de Koa Center, aprendió a comer grandes cantidades de alimentos saludables que le proporcionaban la energía necesaria para sus entrenamientos y le ayudaban a mantener un peso saludable. Este enfoque no solo eliminó la sensación de hambre y privación, sino que también resultó en una significativa pérdida de grasa y ganancia de músculo, mejorando su apariencia y su bienestar general.

Un componente clave de este cambio fue la reducción del consumo de alcohol. Ramón comprendió que las indulgencias de fin de semana deshacían el progreso logrado durante la semana. Al reducir drásticamente su consumo de alcohol, pudo mejorar su rendimiento físico y mantener los beneficios de su dieta y entrenamiento de manera más consistente.

Además de los cambios físicos, Ramón adoptó un enfoque más relajado y consciente hacia la vida. Aprendió a relativizar y tomar distancia del trabajo, lo que le permitió reducir significativamente sus niveles de estrés. Esta nueva mentalidad le ayudó a disfrutar más de su tiempo libre y a encontrar un equilibrio entre sus responsabilidades laborales y su bienestar personal. Ramón comenzó a priorizar actividades que le traían alegría y relajación, como leer, pasear por la playa y disfrutar del sol.

Este cambio integral de hábitos le permitió a Ramón mantener una excelente forma física a los 63 años. No solo se siente y se ve mejor que en sus años más jóvenes, sino que también ha logrado una calidad de vida que antes parecía inalcanzable. La combinación de ejercicio regular, una dieta equilibrada y una actitud consciente y relajada hacia la vida ha transformado su bienestar de manera profunda y sostenible.

En resumen, el cambio de hábitos fue fundamental para Ramón. Al adoptar un estilo de vida que prioriza el entrenamiento regular, una alimentación saludable y un enfoque más consciente de la vida, ha logrado mantener una forma física excelente y disfrutar de una mejor calidad de vida. Este enfoque equilibrado y sostenible le ha permitido no solo alcanzar sus objetivos de salud, sino también mantenerlos a lo largo del tiempo.

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